
El miércoles por la tarde el financiero reconvertido en dramaturgo esperaba que sus dos hijos y su mujer llegaran al patio de butacas para hacerse unas fotos de recuerdo. Empezaba uno de los últimos ensayos de la obra. El actor Chete Lera iba a su camerino. “Aquí estás con el autor teatral contemporáneo; que los demás se esfuercen por ser los segundos”, le anima Lera, tras abrazarle. Sentado en un sillón de la primera planta del emblemático escenario del siglo XIX, el autor se muestra inquieto (no nervioso) ante el estreno de su criatura teatral. Han sido dos años y medio volcado en un proyecto que recibió el premio Carlos Arniches y que tiene previsto estrenarse en Madrid en el primer trimestre de 2013.